El Gobierno busca restar apoyo al paro nacional convocado por la Mesa Nacional del Transporte para el 30 de octubre, enfocándose en desactivar la adhesión de gremios estratégicos como la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y neutralizar el liderazgo de Pablo Moyano en Camioneros.
La Casa Rosada, a través del secretario de Trabajo, Julio Cordero, apeló a la conciliación obligatoria para retomar las negociaciones salariales con empresarios, mientras que el secretario de Transporte, Franco Mogetta, también se involucró en conversaciones. A pesar de las tensiones, el Ejecutivo descarta dar marcha atrás en las desregulaciones del sector aerocomercial y de larga distancia impulsadas por Federico Sturzenegger.
En paralelo, el Ejecutivo logró acuerdos con los gremios aeronáuticos para evitar vacantes en la dirección de Aerolíneas Argentinas, mientras avanza en negociaciones para privatizar la empresa estatal y modificar el convenio colectivo del sector.