Candela Díaz, Camila Duarte, Juana Cángaro y Milagros Díaz, jugadoras del equipo femenino de River Plate, fueron liberadas tras permanecer casi una semana detenidas en Brasil. Las deportistas fueron acusadas de gestos racistas y participaron en una pelea durante un partido contra Gremio en la Brasil Ladies Cup. River fue descalificado del torneo y suspendido por dos años debido al incidente. Desde el club manifestaron su rechazo a las actitudes discriminatorias y anunciaron medidas disciplinarias internas, calificando como excesiva la detención de las jugadoras.