El Gobierno argentino respaldó la decisión de construir un cerco perimetral en la localidad salteña de Aguas Blancas, una medida destinada a reforzar los controles migratorios y combatir el narcotráfico en la frontera con Bolivia. El interventor local, Adrián Zigarán, afirmó que el proyecto busca poner fin al descontrol en la zona y aseguró que el convenio para iniciar las obras será firmado en breve.
Bolivia, por su parte, expresó su preocupación a través de un comunicado oficial, instando a resolver las cuestiones fronterizas mediante el diálogo bilateral. Mientras tanto, el Ministerio de Seguridad argentino, liderado por Patricia Bullrich, calificó la medida como parte del Plan Güemes, destacando que el área era "tierra de nadie" antes de los controles implementados. El cerco, que abarcará desde la terminal de buses hasta el Puerto de Chalanas, busca garantizar que todas las personas que crucen la frontera pasen por los trámites migratorios correspondientes.