El Gobierno anunció oficialmente la baja de retenciones al campo, además de eliminar las alícuotas para las economías regionales. Esta medida, publicada en el Boletín Oficial el lunes, busca fomentar la liquidación de divisas y aliviar la situación de los sectores exportadores afectados por el clima adverso y la baja de precios internacionales. La medida implicará un esfuerzo fiscal de aproximadamente 800 millones de dólares, pero se espera que impulse las exportaciones y la inserción internacional de Argentina.
Las nuevas alícuotas, que se aplicarán hasta el 30 de junio, abarcan cultivos como soja, trigo, maíz y girasol, y se reducirán considerablemente, en algunos casos hasta un 7%. Para asegurar la liquidación de las divisas generadas por estas exportaciones, los productores deberán liquidar al menos el 95% de las divisas en un plazo de 15 días hábiles. Además, la medida se complementará con controles a cargo de la Agencia de Recaudación y el Banco Central.
El impacto inmediato de la baja de retenciones será una reducción de la recaudación fiscal, estimada en 800 millones de dólares, pero se espera que favorezca la entrada de divisas y la mejora del tipo de cambio, lo que podría beneficiar la economía nacional a corto plazo. Sin embargo, el Gobierno deberá gestionar cuidadosamente los efectos sobre las finanzas públicas y la inflación.