Menos retenciones, más desafío fiscal: el plan para apoyar al campo

Con una baja del 20% en las retenciones a exportaciones agrícolas, el Gobierno busca respaldar al sector en medio de la sequía y la caída de precios internacionales. La medida, que tendrá un costo fiscal de US$800 millones, promete no afectar el superávit, pero abre el debate sobre los ajustes necesarios para sostener el equilibrio económico.

El Gobierno anunció una baja temporal del 20% en las retenciones a las exportaciones agrícolas, con un impacto fiscal estimado en US$800 millones hasta junio, cuando finalizará la medida. A pesar de la reducción de ingresos, el Ministerio de Economía aseguró que no se comprometerá el superávit fiscal, financiando la medida con ahorros existentes o recortes en otras partidas.

Los nuevos porcentajes para productos como soja, trigo, maíz y girasol buscan aliviar al sector ante la sequía y los bajos precios internacionales. Además, se eliminaron las retenciones en economías regionales para productos como azúcar, tabaco, arroz y chocolates, con exportaciones que sumaron más de US$1100 millones en 2024.

El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que la medida es una señal de apoyo al campo, aunque enfatizó que una eliminación total de retenciones no es viable sin un superávit de US$8000 millones. Por su parte, Federico Sturzenegger resaltó que este alivio fiscal fue posible gracias a una reducción de gastos, sin comprometer el equilibrio económico.

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